¿Qué significa ser asexual?

¿Alguna vez has sentido que no estás tan interesado en el sexo como otras personas? Quizá te atrae la gente pero no quieres hacer nada al respecto. No hay nada malo en ti, y no estás solo. Pero, en cambio, puede que seas asexual, lo que significa que tienes poco o ningún interés sexual. Según una encuesta reciente, el 1,7% de las lesbianas, gays y bisexuales adultos se identifican como asexuales.
 

5 cosas que deberías saber sobre la asexualidad

 
La asexualidad, como muchas otras cosas, existe en un espectro: algunos individuos pueden no sentir nunca ningún deseo sexual. Para otros, la atracción sexual puede ser factible sólo después de que se haya formado una fuerte relación amorosa (a menudo llamada demisexualidad). Y, ya que hablamos de romanticismo, el hecho de que uno ame a alguien, tenga una relación o quiera tenerla no significa que no pueda ser asexual. Asimismo, aunque hay personas aromáticas -las que nunca sienten atracción romántica-, es normal estar apasionadamente interesado en alguien pero no sentirse atraído sexualmente por él.
 
Estos son algunos datos relativos a la asexualidad que todo el mundo debería conocer:
 

1. La asexualidad no implica una falta de deseo.

El hecho de que seas asexual, no implica que no quieras tener sexo. (Aunque es totalmente posible, ¡cada persona es diferente!) Hay tres conceptos distintos:
Libido, o impulso sexual. Deseo sexual, o su interés expreso por el sexo.
Atracción sexual, implica que tienes una atracción sexual por alguien en particular.
 
Muchas personas asexuales tienen libido o deseo sexual y pueden incluso disfrutar del sexo. Incluso si no tienen deseo sexual, pueden expresarlo a través de la masturbación o la actividad con una pareja. Recuerda que la asexualidad puede manifestarse de diversas maneras.
 

2. La asexualidad y el celibato no son sinónimos.

La asexualidad se caracteriza por una ausencia subyacente de deseo sexual. El celibato es a menudo una elección – piense en un sacerdote o monje que elige vivir un estilo de vida célibe. El celibato se elige a menudo por razones religiosas o personales. Mientras que una persona asexual puede elegir permanecer célibe, esto no hace que su asexualidad sea menos genuina.
 

3. Las personas asexuales no tienen nada de qué avergonzarse.

 
No es un defecto que no experimenten atracción sexual; es simplemente parte de su marca distintiva de humanidad. La medicación o el asesoramiento no pueden curar la asexualidad, aunque el tratamiento puede ayudarte a aceptarte más plenamente en muchas circunstancias.
 
Sin embargo, hay algunos trastornos que son comparables a la asexualidad pero que pueden tener una causa médica. Ten en cuenta que la asexualidad es una característica de la vida de muchas personas, pero si tu falta de interés por el sexo aparece de forma abrupta o parece estar impulsada por la emoción, puede merecer la pena consultar con un médico o terapeuta. Por ejemplo, podrías estar sufriendo una pérdida de libido, una disfunción sexual o un miedo a la intimidad.
 

4. La asexualidad no está causada por nada.

 
La asexualidad, al igual que el resto del espectro LGBTQ, es un producto de la forma en que naciste, no de tu educación, genes o cualquier otra cosa que haya ocurrido en tu vida. No hay nada malo en ti. Puede ser difícil aceptar una parte de ti mismo que parece inusual, pero trabajar con un terapeuta capacitado puede ayudarte a aceptar las características únicas que te hacen ser quien eres.
 

5. La asexualidad no desaparecerá de la noche a la mañana.

 
Una percepción errónea muy extendida es que las personas asexuales aún no han conocido a la persona adecuada. Nada más lejos de la realidad: estar enamorado no “curará” tu asexualidad. Pero ten en cuenta que el hecho de ser asexual no implica que nunca te vayas a enamorar. Todos los días, las personas asexuales salen, se casan y tienen hijos, o no lo hacen si no es lo que quieren. La asexualidad es una parte de tu vida, no la totalidad.
 
Es normal que te sientas desconcertado o incluso asustado si descubres tu asexualidad. Estar fuera de “la norma” tal y como la representan la televisión y la cultura pop puede ser aterrador, pero no es malo. La asexualidad es una inclinación fantástica que hay que celebrar. Si buscas una representación en los medios de comunicación, lee The Lady’s Guide to Petticoats and Piracy, juega a The Outer Worlds o mira Bojack Horseman, que tiene un personaje asexual llamado Todd.
 
¿Necesitas ayuda para abordar tus emociones? Un experto en salud mental puede ayudarte a aceptar y apreciar tu individualidad. Supongamos que te identificas como miembro de la comunidad LGBTQ+. En ese caso, es posible que quieras buscar una terapia online LGBTQ+ Friendly, ya que tratar con un terapeuta de un entorno similar puede proporcionarte una experiencia de tratamiento más gratificante.