Cómo lidiar con el sindrome de la cabaña

El sindrome de la cabaña se relaciona a menudo con el hecho de estar encerrado en un fin de semana lluvioso o atrapado en casa durante la nieve del invierno.
 
Puede ocurrir cuando uno se siente solo o alejado del mundo exterior.
 
El sindrome de la cabaña es, de hecho, un conjunto de sentimientos o síntomas que las personas experimentan cuando están confinadas en sus casas durante un tiempo prolongado. Esto puede deberse a muchos factores, como una catástrofe natural, la escasez de medios de transporte o incluso la separación de la sociedad en el caso de pandemias como la COVID-19.
 
Reconocer los signos del sindrome de la cabaña e idear estrategias de afrontamiento puede hacer que la soledad sea más soportable. Siga leyendo para saber más sobre cómo conseguirlo.
 

¿Qué es exactamente el sindrome de la cabaña?

El sindrome de la cabaña es un término que se utiliza para describir la sensación de aburrimiento o desgana después de estar encerrado en casa durante unas horas o días. Pero los síntomas no son los mismos.
 
Por el contrario, el sindrome de la cabaña se refiere a un conjunto de sentimientos desagradables y sensaciones incómodas que los individuos pueden experimentar cuando se recluyen o se sienten aislados del mundo exterior.
 
Estas emociones de aislamiento y soledad son más probables durante los periodos de retraimiento social, de autoacuartelamiento durante una pandemia o de permanencia debido a las inclemencias del tiempo.
 
El sindrome de la cabaña puede provocar una serie de síntomas difíciles de manejar si no se cuenta con los mecanismos de afrontamiento adecuados.
 
El sindrome de la cabaña no es una condición psiquiátrica reconocida, pero eso no significa que los síntomas no sean genuinos. La angustia es palpable. Puede dificultar el cumplimiento de las exigencias de la vida diaria.
 

¿Cuáles son los signos y síntomas?

Los síntomas del sindrome de la cabaña van más allá de sentirse aburrido o “atrapado” en casa. Se basan en una fuerte sensación de aislamiento y pueden incluir
 
  • inquietud
  • disminución de la motivación
  • irritabilidad
  • desesperanza dificultades para concentrarse hábitos de sueño erráticos, incluyendo cansancio o insomnio
  • Dificultad para despertarse, letargo, desconfianza hacia los demás, falta de tolerancia y melancolía o infelicidad crónicas.
  • La fiebre de cabina le afectará de forma diferente según su personalidad y su disposición natural.
 
Algunos individuos pueden manejar sus emociones mejor que otros; pueden asumir tareas o realizar actividades creativas para pasar el tiempo y evitar los síntomas.
 
En cambio, a otros les puede costar mucho afrontar el día a día hasta que estas sensaciones remitan.
 

¿Qué se puede hacer para aliviar el sindrome de la cabaña?

No existe una “terapia” convencional para el sindrome de la cabaña, ya que no es una enfermedad psiquiátrica reconocida. Pero, por otro lado, los médicos especializados en salud mental reconocen que los síntomas son increíblemente genuinos.
 
El método de afrontamiento que mejor funcione para ti estará muy influenciado por tus circunstancias específicas y la razón por la que estás solo en primer lugar.
 
Encontrar actividades significativas para ocupar su intelecto y utilizar su tiempo podría ayudar a disminuir la ansiedad y el agravamiento del sindrome de la cabaña.
 
Las siguientes sugerencias son un excelente punto de partida.
 

Pase tiempo al aire libre.

Según las investigaciones realizadas por Fuentes de confianza, el tiempo que se pasa en la naturaleza es bueno para el bienestar mental.
 
Pasar tiempo al aire libre no sólo mejora su rendimiento cognitivo, sino que también puede ayudar:
 
  • mejorar tu estado de ánimo
  • reducir el estrés y aumentar las emociones de bienestar
  • Compruebe toda la legislación local y evite los lugares cerrados por motivos de seguridad o salud, dependiendo de su propósito para aislarse.
 
Si salir al exterior no es una opción, considere estas alternativas
 
abrir las ventanas para que entre el aire fresco instalar un comedero de pájaros fuera de la ventana para atraerlos pedir o comprar flores aromáticas recién cortadas y colocarlas donde pueda verlas y olerlas durante todo el día plantar hierbas o plantas pequeñas en el alféizar de la ventana, el patio o el balcón
Establece un régimen para ti mismo.
Cuando no tienes un trabajo de 9 a 5 al que acudir mientras estás solo, la pérdida de regularidad puede crear interrupciones en tu alimentación, sueño y actividades.
 
Para mantener una sensación de estructura, intente desarrollar un patrón diario que incluya las tareas del trabajo o del hogar, los horarios de las comidas, los entrenamientos e incluso el descanso.
 
Un esquema para su día le permite llevar un control de la progresión de sus horas y le ofrece pequeños “objetivos” a alcanzar a lo largo del día.
 

Mantén tu vida social.

No puedes ir al cine ni cenar con tus amigos. Sin embargo, puedes seguir “quedando” con ellos, sólo que de otra manera.
 
Chatea con tus amigos, compañeros de trabajo y seres queridos utilizando servicios de transmisión de vídeo en tiempo real como FaceTime, Zoom o Skype. La comunicación cara a cara puede mantenerte en contacto con el “mundo exterior” y hacer que incluso los hogares más pequeños parezcan más significativos.
 
Conectar con personas en una circunstancia similar también puede ayudarte a sentirte menos solo. Compartir tus sentimientos, emociones y dificultades con otras personas puede ayudarte a reconocer que lo que estás viviendo es normal.
 
Conectar con la gente puede incluso ayudarte a encontrar respuestas ingeniosas a un problema que estés afrontando.
 

Muestra tu lado artístico.

¿Participaste en una banda en el instituto? ¿Alguna vez quisiste ser pintor? ¿Tienes una pila de fotos de las vacaciones que te prometiste a ti mismo que pondrías en un álbum de recortes? ¿Hay alguna receta que siempre has querido probar pero no has tenido la oportunidad?
 
Aprovecha tu tiempo a solas para reconectar con las aficiones creativas que has tenido que dejar de lado debido a las exigencias de la vida. Pasar tiempo haciendo cosas creativas mantiene tu mente activa.
 
Mantener la mente activa y comprometida puede ayudar a aliviar la sensación de aburrimiento o inquietud y acelerar el paso del tiempo.
 

Dedica tiempo a ti mismo.

Si vive con otros, la proximidad de otras personas puede exacerbar los síntomas del sindrome de la cabaña.
 
Los padres tienen obligaciones con sus hijos, mientras que las parejas tienen obligaciones. Pero eso no significa que no deba pasar tiempo a solas.
 
Permítase un tiempo “aparte” de los demás para desconectar. Busca una zona tranquila para leer un libro, meditar o escuchar un podcast interesante.
 
Si estás estresado, puedes escuchar un podcast sobre salud mental o ansiedad.
 

Entrenar hasta sudar

Las personas que hacen ejercicio son menos propensas a sufrir ansiedad que las que no lo hacen, según las investigaciones. El ejercicio físico reduce las sustancias químicas del estrés, como el cortisol.
 
Al mismo tiempo, el ejercicio estimula el cerebro para que produzca endorfinas. Estas sustancias neuroquímicas pueden mejorar el estado de ánimo y el bienestar general.
 
Si no puede salir al aire libre, puede realizar una sesión de entrenamiento de fuerza en casa utilizando su peso corporal o equipos esenciales como mancuernas o bandas de resistencia.
 
También puede crear su plan concentrándose en unos pocos ejercicios sencillos pero eficaces, como por ejemplo: flexiones – sentadillas – zancadas – planchas
 
Si quieres un programa más organizado, hay varias opciones de ejercicios en línea disponibles en YouTube y a través de otras aplicaciones de fitness.
 

Tómate un descanso.

Cada minuto de cada día que pases en casa no tiene por qué estar programado. Permítase un tiempo de inactividad. Busque métodos productivos para relajarse.
 
La atención plena, la respiración profunda y las técnicas de relajación pueden ayudar a mantener la salud emocional y a gestionar las emociones de aislamiento o frustración.
 

Cuándo buscar ayuda

El sindrome de la cabaña suele ser una sensación temporal. Es posible que te sientas enfadado o molesto durante unas horas, pero mantener una conversación por vídeo con un amigo o encontrar una actividad que desvíe tus pensamientos puede ayudarte a olvidarte de tus problemas.
 
Sin embargo, las sensaciones pueden volverse más intensas a veces, y ninguna técnica de afrontamiento puede ayudarle a superar sus sentimientos de soledad, melancolía o desesperación.
 
Además, si su estancia en el interior se prolonga por influencias externas como el clima o las órdenes de refugio prolongado de su gobierno local, las emociones de preocupación y pánico son comprensibles.
 
Los síntomas específicos de la fiebre de cabina pueden ser causados por la preocupación. Esto puede agravar los síntomas.
 
Si cree que sus síntomas están empeorando, considere la posibilidad de hablar con un profesional de la salud mental para que le ayude a entender por lo que está pasando. Luego, usted y su pareja pueden trabajar juntos para encontrar soluciones a sus emociones y preocupaciones.
 
Por supuesto, si está aislado o practica la distancia social, tendrá que encontrar otra forma de visitar a un profesional de la salud mental.
 
Si ya tienes un terapeuta, es posible que existan alternativas de telesalud para ponerte en contacto con él. Si no lo tienes, pide a tu médico que te derive a profesionales de la salud mental que puedan reunirse contigo en línea.
 
Si no quieres acudir a un terapeuta, las aplicaciones de smartphone para la depresión pueden ser un buen sustituto para controlar los síntomas del sindrome de la cabaña.
 

En conclusión

Para muchas personas, el aislamiento no es una condición natural. En general, somos criaturas sociales. Nos gusta estar en presencia de los demás. Por eso, quedarse en casa durante mucho tiempo puede ser un reto.
 
Sin embargo, tanto si nos quedamos en casa para escapar del mal tiempo como si seguimos las medidas de prevención de enfermedades, quedarnos en casa es a menudo algo esencial que debemos hacer por nosotros mismos y por nuestra comunidad.
 
Encontrar métodos para ocupar el intelecto y el tiempo, siempre y cuando sea necesario, puede ayudar a combatir el sindrome de la cabaña y los sentimientos de aislamiento e inquietud que suelen acompañarla.