Una guía sobre el trastorno de personalidad paranoica

El trastorno de personalidad paranoica (TPP), que afecta a entre el 2 y el 4% de la población, es un grupo de trastornos que implican formas de pensar extrañas o excéntricas. Considerado un trastorno de la personalidad del “Grupo A“, los afectados por el PPD experimentan paranoia y una desconfianza y sospecha constantes de los demás, incluso cuando no hay razones tangibles para la sospecha. Este trastorno suele aparecer inicialmente en la edad adulta temprana, y conocer las características de esta enfermedad -así como las opciones de tratamiento- puede ser una forma eficaz de controlar sus síntomas a largo plazo.

Síntomas del trastorno de personalidad paranoica

Quienes padecen el trastorno de personalidad paranoica se sienten constantemente en guardia y creen fervientemente que los demás pretenden hacerles daño o amenazarles. Por ello, los individuos con este trastorno desconfían de los motivos de los demás y son reacios a establecer y mantener relaciones estrechas, guardan fácilmente rencor y pueden identificar subtextos amenazantes en comentarios o acontecimientos inocuos. A menudo se enfadan rápidamente y se vuelven hostiles.

Otros síntomas comunes son:

  • Reticencia a revelar información personal por temor a que sea utilizada en su contra
  • Hipersensibilidad e incapacidad para aceptar las críticas
  • Incapacidad para relajarse o calmarse
  • Dudar de la lealtad y la fiabilidad de los demás y creer que les están engañando
  • Represalias rápidas con tendencias obstinadas y argumentativas
  • Carácter implacable y tendencia al rencor
  • Incapacidad para identificar su papel en los problemas o conflictos y la sensación de tener siempre la razón
  • La creencia de que su carácter está siendo atacado, incluso cuando no es evidente para los demás

Las personas con TLP no creen que sus acciones y pensamientos sean anormales y consideran que sus patrones de pensamiento son totalmente racionales. También pueden creer que otras afecciones, como la depresión y la ansiedad, están afectando a su estado de ánimo y a sus respuestas, lo que hace que a quienes padecen este trastorno les resulte cada vez más difícil reconocer los síntomas en su interior.

Diagnóstico del trastorno de personalidad paranoica

Aunque no hay pruebas de diagnóstico que puedan identificar los trastornos de la personalidad, un médico de atención primaria puede aprovechar una serie de otras pruebas para descartar que una enfermedad física sea la causa de ciertos síntomas. Es importante tener en cuenta que algunos síntomas del trastorno de personalidad paranoica se parecen a los de otros trastornos de la personalidad, como la esquizofrenia y el trastorno límite de la personalidad, y por ello, un médico suele evaluar a un individuo que experimenta síntomas comprobando su historial médico y realizando un examen exhaustivo.

En la mayoría de los casos, el médico remitirá a la persona a un psiquiatra, psicólogo u otro profesional de la salud mental para que realice una evaluación exhaustiva. Estos profesionales formados tienen una aptitud específica para diagnosticar y tratar los trastornos de la personalidad mediante entrevistas específicas y diversas herramientas de evaluación. 

Durante este proceso de evaluación, la persona puede esperar que se le hagan preguntas detalladas sobre su infancia, escuela, trabajo y relaciones personales. El objetivo es medir cómo reacciona la persona ante determinadas situaciones y puede ayudar a establecer un diagnóstico y un plan de tratamiento.

Manejo del trastorno de personalidad paranoica

Existen estrategias probadas para manejar y tratar el PPD, pero puede ser difícil comenzar este proceso, ya que la mayoría de los individuos con este trastorno no buscan tratamiento por su propia voluntad. De hecho, suelen desconfiar de los motivos de los distintos profesionales médicos que les ayudan a controlar y tratar su trastorno de personalidad. Como resultado, es posible que no sigan su plan de tratamiento. Sin embargo, si el individuo es capaz de aceptar el tratamiento, la psicoterapia puede ayudar a alguien con PPD.

Para alguien con trastorno de personalidad paranoica, un psicoterapeuta puede ayudar:

  • Desarrollar la confianza y la empatía hacia los demás
  • Aprender a afrontar el trastorno
  • Mejorar la autoestima
  • Comunicarse mejor en situaciones sociales
  • Limitar los sentimientos de paranoia

Aunque la medicación no suele utilizarse para tratar el trastorno de personalidad paranoica, el médico puede recetar ansiolíticos, antidepresivos y/o antipsicóticos si ciertos síntomas son graves o si la persona tiene problemas psicológicos subyacentes. A menudo, la combinación de medicación y terapia de conversación puede ser un medio eficaz para tratar el trastorno de la personalidad.

No hay cura para el trastorno de personalidad paranoica, pero si un individuo es capaz de aceptar el tratamiento, puede llevar una vida funcional y plena. Sin tratamiento, el patrón a largo plazo de desconfianza, paranoia y sospecha de los demás dará lugar a dificultades tanto en el entorno laboral como en las relaciones personales. Si se reconocen los síntomas del trastorno de personalidad paranoica y se sigue un plan de tratamiento psicoterapéutico formal, el individuo puede controlar los síntomas del trastorno a lo largo de su vida.